El Domingo 26 de Abril, 2009 concluyó el curso de habilitación Docente, el cierre emocionante con momentos tristes y alegres. Después de sacrificarnos durante el fin de semana un año seguido con solo un par de domingos libre, todos ansiábamos que concluyera, pero obviando la parte de que concluir significaba decirnos adiós y tomar senderos distintos que quizás muy raras vez coincidan de nuevo.
Habilitación Docente, significó mucho para mí y cada uno de mis compañeros hicieron del tiempo compartido algo muy especial. Mi momento favorito era la hora de almuerzo, en aquellos quioscos nos juntábamos un grupito a la misma ahora, rodeado de un hermoso paisaje, en el Recinto Luis Napoleón Núñez Molina; acompañado de las risas y la conversación que siempre surgía.
Las palabras me quedan cortas para expresar lo que significa para mí haber estado un año allí, en el camino muchas cosas cambiaron y me ayudaron a definirme mejor como lo que hoy soy.
Gracias a todos aquellos docentes, que con su vocación y amor, forjaron en nosotros individuos más capaces y comprensible por el arte de educar.
Cumplimos y salimos victoriosos.
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